Es el año de 1806, Napoleón I nombra a su hermano Rey tras conquistar el reino de Nápoles, en ese mismo año el 21 de Marzo, en México nace Benito Pablo Juárez García en San Pablo Guelatao, Oaxaca. Huérfano a los tres años, después de varios altercados queda bajo el cuidado de su tío. A los doce años luego de haber trabajado en el campo, decide huir a la ciudad de Oaxaca, sabiendo hablar sólo Zapoteco y sin saber leer ni escribir; se topa con un sacerdote franciscano, de nombre Antonio Salanueva, quien al fascinarse por el talento de Benito Juárez lo acepta como aprendíz de encuadernador y lo ayuda a ingresar al seminario de la ciudad, donde se forma y domina el latín, la filosofía, y la teología; ingresa al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca donde se titula como licenciado en derecho.
En 1847, fue gobernador de Oaxaca. Su gestión se caracterizó por lograr el equilibrio económico y la realización de obras públicas. También en este cargo Juárez no le permitió a Santa Anna la entrada al Estado, cuando éste venía huyendo de la capital.
Juan Alvarez al alcanzar la presidencia lo nombró Ministro de Justicia e Instrucción Pública en 1855. En esta época expide la ley Juárez.
En 1857 durante el gobierno de Ignacio Comonfort fue nombrado Ministro de Gobernación y posteriormente Presidente de la Suprema Corte de Justicia.
En 1858 es Presidente de la República por primera vez debiendo luchar denodadamente por defender su gobierno itinerante.
En julio de 1859 emitió en Veracruz las leyes conocidas como "Leyes de Reforma".
Sostiene admirablemente su gobierno contra conservadores y franceses entre 1862 y 1867 peregrinando por el país.
El 15 de julio de 1867 regresó triunfalmente a la Ciudad de México.
En 1872, el 18 de junio, don Benito Juárez murió de angina del pecho siendo Presidente de la República. Duró en el cargo catorce años.
Algo dudoso en su gobierno y que no tiene una explicación clara es el famoso tratado MacLane-Ocampo. Afortunadamente nunca se concretó debidamente. Pequeña mancha en medio de tantos logros por México no cambia
Juárez siempre luchó por la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia, siempre ante situaciones adversas y casi siempre con inferioridad de fuerzas, pero aun cuando era derrotado, sabía como animar a sus hombres exclamando frases como: "El pensamiento está sobre el dominio de los cañones".
Firme en sus convicciones supo defender la Patria, las instituciones, la soberanía y sobre todo, al pueblo mexicano, quien siempre le brindó su apoyo, pues a pesar de ver en otras figuras, como Porfirio Díaz o Lerdo de Tejada, importantes victorias, en él siempre se reflejaba la salvación de la Nación y la defensa de lo justo.
Sus grandes victorias ante ejércitos, extranjeros, dictadores, conservadores e imperialistas sólo fueron opacadas por las victorias obtenidas en el aspecto legal, con la publicación, entre otras cosas, de Las Leyes de Reforma.
El defender sus ideales de libertad y justicia terminó llevándolo por un camino difícil y lleno de peligros, y una vez en él, Juárez tuvo incontables oportunidades para abandonarlo, sin embargo, continuó y siempre con la frente en alto libró los obstáculos que se le fueron presentando.
Por todas estas razones, y muchas otras más, Benito Pablo Juárez García es una de las figuras más importantes dentro de la historia mexicana, y el más importante de los últimos tiempos en el país, además de ser el único presidente de México con raíces totalmente indígenas.
Con todo esto Juárez nos muestra que con tenacidad y perseverancia es posible alcanzar cualquier cosa, siendo de familia humilde, sin conocer ni una palabra del español y con todo tipo de adversidades, alcanzó los más grandes logros políticos y personales, convirtiéndose en un ejemplo para todos los individuos; esto igualmente le valió ser nombrado Benemérito de la Américas (título que se le otorga por su incansable lucha por las libertades del pueblo y la patría, además de por su implacable defensa a la libertad).
Por lo tanto es importante decir que a pesar de haber fallecido hace más de 100 años, sus ideales, leyes, pensamientos, luchas y preocupaciones por lograr la democracia en México quedarán siempre grabadas en la conciencia del pueblo de México, de América y probablemente también en la del mundo.
"Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos". Benito Juárez.